tepatoken azote de masas


Registrado: Dec 29, 2002 Mensajes: 1164 Ubicación: Castilla la Nueva
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Publicado: Sat Sep 23, 2017 1:38 am Asunto: El curioso convento de El Goloso |
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No todos los días nos encontramos en un rincón a las afueras de la ciudad, en mitad del campo, un edificio tan simbólico y tan cargado de historia como éste.
A las afueras de Madrid, en el lugar conocido como El Goloso, y a medio camino del cuartel militar, la Universidad Autónoma de Madrid y el camino que va hacia Alcobendas, se levanta un gran monasterio-convento de piedra y ladrillo por el que muchos de vosotros, de camino a Alcobendas o hacia Colmenar Viejo, habréis pasado en inifinidad de ocasiones sin saber su historia.
Se trata del Convento-Monasterio de la Concepción Jerónima, y tiene un pasado lleno de historia.
Sus orígenes históricos se remontan, nada menos, que al Madrid renacentista de finales del siglo XV e inicios del siglo XVI, de la mano de una ilustre personalidad de la época, Beatriz Galindo conocida como "La Latina".
Galindo, según la biografía y semblanza ofrecida en su día por el periodista y escritor Juan Antonio Cebrián, nacida en Salamanca de familia hidalga, desde muy jóven muestra una gran inquietud intelectual y religosa, instruyéndose en el latín, para poder dedicarse en cuerpo y alma a la vida religiosa católica, entonces aún dominada por esa lengua. Precisamente, el dominio que llegaría a alcanzar de ese idioma le valdría su sobrenombre.
Su gran formación intelectual y cultural la valió que en 1486, la reina Isabel I de Castilla la llamara a la corte real castellana, haciendo labores de educadora, mujer de confianza y consejera de la reina católica, siendo una de las mujeres más cultas y afamadas de la época.
En 1491, La Latina se casa con el oficial de artillería Francisco Ramírez, apodado por su oficio "El Artillero", un destacado militar, hombre de confianza y consejero de los Reyes Católicos.
Junto con sus tareas en la corte real, La Latina nunca olvidó su inquietud religiosa y su servicio a la comunidad, que la hizo tan querida y apreciada, motivo por el cual promovió la construcción de una serie de edficios en pleno centro de Madrid, tales como el Hospital de La Latina (1499) de la Calle Toledo, o el Convento de la Concepción Jerónima, fundado entre la actual calle homónima y la de Toledo entre 1506-1509, en terrenos que habían pertenecido a su marido, y en un barrio que, precisamente por esto, lleva hoy su nombre.
Tras una vida dedicada al servicio a la comunidad y a su reina, La Latina murió en su querido Madrid en 1534 o 35, con una gran fama de santidad y aprecio entre los madrileños.
Inmediatamente, según María Isabel Gea y Mercedes Gómez, su cuerpo y el de su marido fueron enterrados en el Convento de la Concepción Jerónima según fue su deseo, hasta 1890-91, cuando tras el derribo de éste, las monjas jerónimas se trasladan, y con ellas el sepulcro de su fundadora, a otro Monasterio ubicado en las calles Lista y Velázquez, en pleno barrio de Salamanca.
Con el derribo nuevamente de este segundo monasterio, y buscando un lugar amplio, tranquilo y retirado de la ciudad, las monjas jerónimas se trasladan a un tercer monasterio, el que nos ocupa a nosotros, en El Goloso.
Tal y como afirma Ángela de "Conocer Madrid", el terreno era propiedad de la familia del Duque del Infantado, uno de los aristócratas españoles más importantes de la época, que poseía amplios terrenos al norte de Madrid, en las zonas de Viñuelas y El Goloso, cerca del cuartel militar, que son heredados a finales de los años 40 por su hija Cristina de Arteaga, que a la sazón llegó a ser priora y superiora de las monjas jerónimas.
Arteaga decide donar sus terrenos de El Goloso a su orden jerónima para que funden allí su nuevo monasterio. Según consta en una crónica del ABC de 1975, una vez más, el milagroso cuerpo incorrupto de La Latina viaja a un nuevo destino, y es desenterrado el 13 de mayo de 1967, siendo depositado poco después, en junio de 1967 en su actual emplazamiento en el Convento-Monasterio de la Concepción Jerónima de El Goloso, el cual ha sido desde 2004 ampliado y reformado por su excesivo tamaño.
Desde 2004 y hasta la actualidad, en este desconocido y recóndito convento-monasterio del paraje de El Goloso, en constante reforma, descansan los restos mortales de La Latina (los de su marido están desaparecidos) en el coro de la Iglesia, junto con los cenotafios y sepulcros labrados en piedra de alabastro y en estilo renacentista plateresco del siglo XVI, la verdadera joya y tesoro histórico-artístico de este lugar olvidado de las afueras de Madrid.
Precisamente, por su carácter conventual, el recinto y sus joyas sepulcrales renacentistas, permanecen cerradas al público de forma permanente, salvo los festivos y semana santa, cuando se ofician misas.
 _________________ Transpórtate a otra época, y anímate a aprender del pasado.
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